Friday Rocks!- Michael Schenker Group- Assault Attack

 


Sino recuerdo mal, es la tercera vez que el guitarrista teutón Michael Schenker aparece por este blog. Lo hemos escuchado junto a Robin McAuley y Gary Barden. En facetas más AOR y hard rock de acento comercial. Pero en este Friday Rocks! me he propuesto recuperar, la que puede ser tranquilamente su obra cumbre.

Y es que además de tener unos temas brutales. Assault Attack, tiene toda una historia alrededor, de esas de leyenda rockera. La unión de dos potentes caracteres, una grabación en un castillo francés, un productor de lujo, recién llegado de montar el The Number Of The Beast de los Maiden, y una renovación completa del line up.

Fue un disco que quemé muchísimo hace ahora veinte años, en una etapa personal francamente difícil, de aislamiento y soledad. Precisamente de aquella época, recuerdo una entrevista a Schenker en la que declaraba, que en sus peores momentos, había sido la música en donde encontró refugio. Así que guardo un cariño muy especial por este disco.

Consideraciones personales aparte, el génesis de Assault Attack se encuentra tras grabar su exitoso One Night At Budokan. Cozy Powell y Peter Mensch, batería y manager respectivamente, solicitan un cambio de vocalista, sugiriendo a David Coverdale como sustituto. Por entonces, los ánimos en la banda estaban revueltos, siendo las fuertes broncas el pan de cada día. Situación que según cuentan, exacerbaba el consumo de diversas sustancias estimulantes  Como resultado de este ambiente tan tóxico, se concatenaron el despido de Mensch y el cantante Gary Barden, la huida de Powell a Whitesnake, y la marcha de Paul Raymond para formar Waysted. El propio Schenker fue tentado para tocar junto a Ozzy Osbourne tras la muerte de Randy Rhoads, pero como podéis deducir, no aceptó.

El guitarrista se retiró a componer, y tras un tiempo se convenció de que las canciones eran tan buenas, que había que montar una nueva banda para sacarlas a la luz. Para ello, contó con nuestro querido Graham Bonnet, que había salido con el pie titubeante del que le pega al anís con alegría, de los Rainbow de Ritchie Blackmore. El bajista Chris Glen (Sensational Alex Harvey Band), el batería Ted McKenna (Rory Gallagher), y el teclista Tommy Eyre.

Todo eran risas hasta que acabaron como el rosario de la aurora...

Y ojito, o más bien oído, al resultado final. Un disco que tenía un poco de todo, canciones de tono más melódico y comercial como Dancer y la fantástica Samurai, que bien se podían haber hecho un hueco entre los hits estadounidenses de entonces. Por otro lado, el tema que daba título al disco era un hard rock de influencia clásica, al que no le faltaba ritmo y pegada. Parecida descripción podemos hacer de Broken promises, donde tras un densísimo ritmo en el que se lucen Mckenna y Glen, se descubre un riff de lo más pegadizo, y un inolvidable solo de Schenker. A Bonnet se le reivindica poco, pero es de esos cantantes que automáticamente dan personalidad a un disco, esto ocurre especialmente en Searching for a reason, donde su voz es la protagonista en otro tema, que podría haber sido otro perfecto single con buenas perspectivas comerciales, muy a lo Rainbow y UFO para que nos vamos a engañar. Rock you to the ground es un blues de altísimo octanaje, con un pegajosísimo y caluroso estribillo, y una esencia también muy clásica. La terrosa y áspera Desert song, es casi una epifanía musical. Grandiosa, diáfana, enigmática, poderosa y atmosférica, para mí la mejor del disco. Su obvio parecido con el Coast to coast de los Scorpions (en la que tocaba el propio Schenker), no le quita ni un punto de personalidad. Cierra Ulcer una instrumental divertida y rápida, para que el guitarrista se luzca, que para eso es el jefe.


Hubiera sido tan bonito sino les gustase pimplar tanto...
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Pero en fin ya sabemos que es norma en el rock, que cuando se juntan personalidades muy fuertes y se empachan de combinados y pacharán, la cosa acaba casi como la de Puerto Urraco, y esta no iba a ser la excepción. Bonnet se presentó a un concierto más pasado de vueltas que Indurain en su récord de la hora, se lio a golpes con Schenker en el backstage. Y cuando llevaban un rato tocando, empezó a lanzar insultos xenófobos y otras lindezas al alemán. Además, tiró del escenario a Steve Casey, que ejercía de guitarrista de apoyo entre bambalinas, mientras sin perder ripio, llamaba estafador al guitarrista.

El cantante obviamente se marchó del escenario y fue expulsado de la banda. Schenker convenció de forma exprés a Gary Barden para que volviera, ya que tocaban como cabezas de cartel en el festival de Reading dos días después, y el tipo, que no debía tener nada mejor que hacer aceptó. Cuentan que el guitarrista estaba tan cabreado, y no era para menos, que intentó regrabar Assault Attack con la voz de Barden, pero parece que nadie quiso poner pasta para hacerlo. Imagino que pensando que acabarían otra vez mal y el germano querría volver a grabarlo con otro cantante en un bucle infinito...

Fue corto pero intenso, nos dejaron uno de esos discos irrepetibles a los que merece la pena volver una y otra vez, y una historia de lo más rockera. Pura leyenda, puro Michael Schenker.

La banda:

Graham Bonnet- voz

Michael Schenker- guitarra

Chris Glen- bajo

Tommy Eyre- teclado

Ted Mckenna- batería

Las canciones:

1- Assault Attack

2- Rock You To The Ground

3- Dancer

4- Samurai

5- Desert Song

6- Broken Promises

7- Searching For A Reason

8- Ulcer

El disco:

Año- 1982

Discográfica- Chrysalis

Duración- 40:06 minutos















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