Romeo´s Daughter. Pero no son los únicos, pues la banda Private Life también se benefició de la relación de amistad entre su cantante Kelly Breznik y la esposa de Eddie Van Halen, ya que al por entonces consagrado guitarrista le gustó tanto el grupo, que decidió producir parte de su primer disco y llevárselos de gira con sus Van Halen.
Y es que Private Life suenan bien, por lo que no nos extraña que el virtuoso Van Halen se fijase en ellos. No obstante, el hecho de que hoy sean recordados sólo por los seguidores a muerte del AOR a pesar de tan insigne padrino, se explica porque en esencia eran una banda más de las cientos que pululaban en el ecosistema musical yanki de la época.
A pesar del exquisito pedigrí de la banda (algunos de sus componentes habían tocado con Alice Cooper, Badfinger o los Alcatrazz de Graham Bonnet) su sonido se enmarca, para bien y para mal, en el prototípico de aquel momento. AOR trufado de teclados y riffs hard rockeros, acompañados de una atmosférica voz femenina que anda a camino entre las hermanas Wilson de Heart, Pat Benatar y Sandi Saraya (más cerca de ésta última) y una producción que porqué no, a veces recuerda poderosamente al 5150.
Las canciones de Shadows mantienen un buen nivel a lo largo de su minutaje, pero ninguna termina de romper como hit indeleble que se marca a fuego. Hay algunos temas más destacables como Last heartbeat, Runnin´the race, Don´t blame it on love o Don´t let go con sus teclados super ochenteros, la balada Rockabye angel cumple, y como tema divergente los aires funk de Spider suenan frescos, pero en general la sensación que queda es tibia. Incluyen una interpretación del Amazing grace que se podían haber ahorrado, porque aparte de floja como versión no pega ni con cola con el resto del disco.
Dos años después probarían suerte con un disco homónimo en el que apostaban, cómo no, por un sonido más hard rock. Tras este lanzamiento llegó la disolución en la tormenta del rock alternativo, y nunca más volvimos a saber de ellos. En definitiva Shadows puede que no sea la repera, pero se deja escuchar y es entretenido, sobre todo si te apasiona profundizar en el AOR de aquellos tiempos.
La banda:
Jennifer Blakeman- teclado
Jay Davis- bajo
Danny Johnson- guitarra
Kelly Breznik- voz
Lenny Campanaro- batería
Las canciones:
1- Put Out The Fire
2- Last Heartbeat
3- Don't Blame It On Love
4- Don't Let Go
5- Rockabye Angel
6- Spirit Free
7- Hold On
8- Runnin' The Race
9- Spider
10- Amazing Grace
El disco:
Año- 1988
Discográfica- Warner Bros
Duración- 35:47 minutos
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