Domingo de banda sonora, y como habitualmente pasa con las películas ochenteras, domingo de delirio argumental. Quizá esta vez más que nunca, con una película que para ser comercial y bastante ñoña, se salto varias alturas de lo bizarro.
Maniquí es un film de 1987 dirigido y guionizado por Michael Gottlieb. Supuso su debut como director. Y lo protagonizaron Andrew McCarthy y Kim Cattrall, más conocidos por participar en series como Sexo En Nueva York, y peliculas ochenteras como St. Elmo´s Fire.
Es difícil ver hoy en día una película como Maniquí, sin fliparlo muy fuerte. Con lo de fliparlo, me refiero a que mientras la estas viendo piensas ¿Cómo es posible que una junta directiva que no fuese de Cannon Films, diera el ok a esta absurdez? La trama nos cuenta que Jonathan, un talentoso escultor, tiene que subemplearse en trabajos mediocres de creación de maniquís para escaparates. Sin embargo, como es joven y por tanto tiene ilusión, el tío pone todo su talento para crearlos, procurándose antipatía por parte de sus jefes, que preferirían que fuese más productivo. Le contratan en unos grandes almacenes, y allí una de sus mejores creaciones, cobra vida gracias al espíritu de una antigua noble egipcia. Dicho espíritu lleva vagando una eternidad y a lo largo de la historia ha ejercido como musa de diversos artistas, pero nunca se ha enamorado. El problema es que sólo cobra vida cuando nadie les ve, lo que quiere decir que su relación podría ser complicada. Porque cuando hay peña mirando, lo que ven es a un señor adulto pasándoselo bien con una muñeca, todo bastante creepy la verdad. Huelga decir, y ya lo adelanto, que se enamoran. Por el camino, Jonathan consigue un puesto de directivo en los grandes almacenes (cosa bien pensada, porque luego la noble egipcia querrá mantener un nivel de vida acorde a su nobilísima condición, digo yo) Al final, y para rematar el despropósito (como si no estuviera ya rematado desde el minuto 5) ¡Se casan en el mismo escaparate!
Cabe decir que Maniquí recaudó en su estreno más que Yo, El Halcón. Protagonizada por un Stallone en la cima de popularidad. Y se quedó sólo por detrás de otros ilustres estrenos como Platoon. Consiguió algunos premios en festivales de cine fantástico. Y con el tiempo se ha ganado un estatus de culto. Pero donde lo petó de verdad, incluyendo una nominación al Oscar y a los Grammy, fue con su banda sonora. La canción Nothing gonna stop us now, escrita por Diane Warren y Albert Hammond, e interpretada por Starship, sería la principal responsable del éxito de la peli.
Starship también incluirían la canción en el disco No Protection del mismo año. Y en la banda sonora aparecerían varios temas más de la banda como Layin´it on the line del disco Nuclear Furniture de 1984. Un remix de We built this city, canción original del Knee Deep In The Hoopla de 1985. Y Tomorrow doesn't matter tonight, también del mismo disco.
Además en la banda sonora aparecían temas instrumentales de Sylvester Levay. En clave más pop, un tema de Belinda Carlisle, y otro de Alisha.
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