Sunday Soundtracks- Over The Top

 

Ay Cannon Films ¡Cómo se te echa de menos! O bueno quizás no tanto, yo qué sé. Lo único que sé, es que si los ochenta fueron una década exagerada, la existencia de aquella productora cinematográfica fue como una hipérbole de dicha época. La compañía, propiedad de los famosos Menahem Golan y Yoram Globus, ganó una tremenda popularidad hace casi cuarenta años. Sobre todo, facturando películas videocluberas de serie B. Pero también cine independiente y producciones de alto presupuesto... Que habitualmente acababan pareciendo de serie B.

Over The Top, que aquí conocimos como Yo, El Halcón. Era de las del tercer tipo. Los de Cannon pagaron un pastón, para que la protagonizara un Sylvester Stallone en pleno auge. Y debieron pensar que la trama, que mezclaba drama familiar y masculinidad tóxica, sumado a la aparición de una de las superestrellas del momento, sería suficiente para complacer los deseos cinéfilos ochenteros. La realidad fue, que no hubo nadie de más de catorce años que no se tomase la película como una broma. El fracaso fue monumental, recaudando mucho menos dinero de lo que había costado. Y ganándose la antipatía de la crítica, y de los eruditos futuros usuarios de webs, como Rotten Tomatoes o FilmAffinity.


Hay que reconocer que los tíos se atrevían
con cualquier mierda, con una
pasión que ya les gustaría a otros.

Pero... Un momento. Como digo, sí hubo alguien a quien la peli le gustó. Vale, no pasábamos de los diez u once años. Pero aquel guion, que tenía como trasfondo un campeonato de pulsos (o quizá el trasfondo era el drama de un padre al que injusta y clasistamente, habían separado de su hijo y su mujer. Quien sabe, lo que es la película no parecía dejarlo claro) nos hizo desear por primera y quizás única vez, que el domingo pasase rápido para comentar al estilo de un programa de Garci (pero sin tabaco y con pulsos), los entresijos del filme en el colegio. Espera, ¿Has escrito un campeonato de pulsos? ¡Un puto campeonato de pulsos! Sí, habíamos visto películas sobre gente que boxeaba, que se preparaba unas olimpiadas, que hacía atletismo, que se convertían en artistas marciales, o que daban sus primeros pasos en el mundo del arte o de los negocios. Es decir, películas sobre gente que hacía cosas "normales" por decirlo de alguna manera. Pero un campeonato de pulsos... Ay amigos, eso, eso sólo puede pasar en Estados Unidos, bueno y en la Cannon, que fue donde pensaron que se te tenía que dar muy mal la cosa para que no funcionara.

La banda sonora sin embargo, no defrauda en absoluto. Golan eligió a Giorgio Moroder (que quizá os suene de haber pasado por aquí antes en dos ocasiones) para supervisar, producir y escribir junto a Tom Whitlock, las canciones que conformarían el artefacto. Eligieron un elenco de lo más glamuroso y contemporáneo, que incluía a Robin Zander (Cheap Trick), Kenny Loggins, Asia, Eddie Money, el hermanísimo Frank Stallone, Larry Greene (Fortune, Harlan Cage), Dan Huff, Richie Zito, y Sammy Hagar, en cuanto a lo que este blog concierne. 

Como curiosidad, uno de los temas del soundtrack (Winners take it all) fue interpretado en principio, por John Wetton de Asia. Sin embargo, el cantante no quedó contento con su desempeño, y finalmente se le ofrecería a Sammy Hagar. Junto a él, tocaría el bajo su nuevo jefe, Eddie Van Halen. Y la batería, su viejo amigo Denny Carmasi (Montrose).









El compacto se completaba con un tema instrumental de Moroder, y otro a cargo del grupo de pop Big Trouble.




Que más se puede pedir amigos. Para qué un buen guion, si puedes abreviar, estructurando tu peli a través de unos temazos AOR, y meter algún diálogo entre medias, para que no parezca del todo un video de la MTV. Larga vida al legado de la Cannon, que tantos buenos momentos nos dio.
















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