No hay nada que hagan Boston o los proyectos paralelos de sus músicos, que no sea grandioso. Ya no es que exhalen una personalidad única y perfectamente identificable en cada uno de sus acordes, es que además consiguen que el rock de sofisticada instrumentación suene perfectamente accesible y radiable.
La pega es, que en esa búsqueda de la perfección sónica, su producción discográfica es tremendamente exigua. Ocho años pasaron desde su segundo álbum hasta este Third Stage. Ocho años en los que en el mundo musical habían pasado muchas cosas, así que puede que Third Stage se viera un poco fuera de onda en su época, pero seguramente esto ha hecho que envejezca mejor que otras producciones contemporáneas. Además si algo estaba claro, es que todo lo que tocaba Tom Scholz se convertía automáticamente en oro, pues Third Stage se convirtió en el primer disco de la historia certificado oro en dos formatos diferentes, vinilo y disco compacto. Añadamos que su ensoñadora portada, con esa enorme nave nodriza sobre un azulado mar alienígena, es de una belleza dificilmente superable.
Claro que pegas también tiene y aunque sea poco importante y probablemente debido al extenso lapso de tiempo dedicado a su grabación, parece que en Third Stage hay dos discos. Uno con un rollo conceptual de ciencia ficción sobre el éxodo humano a un nuevo y extraño mundo. Que tengo que decir que me encanta, y que ocupa la parte central del álbum. Y otra parte que parece independiente y que está compuesta más a la usanza por canciones que no parecen tener nada en común entre sí.
En cualquier caso esta apreciación mía que quizás sea erronea, no empaña en absoluto el disfrute de un disco que comienza de manera magistral con una colosal balada como Amanda, y en el que podemos encontrar ese sonido tan identificable de Boston, constituido por los riffs de guitarra de Scholz, la magnífica voz de Brad Delp y sus coros, en canciones que atacan sin vacilar el hard rock de esencia setentera (algunos temas se empezaron a componer en 1980) y moldearlo con unas melodías absolutamente deliciosas en canciones como I think I like it, Catcha say (you believe in me) still in love, o Hollyann, una nueva balada que esta vez cierra el disco. En cuanto a la parte "conceptual" vamos a disfrutar con un AOR complejo y lleno de matices que lleva a la banda por imaginativos derroteros narrativos. Riffs de esencia Bostoniana en We're ready, bellas y paisajísticas instrumentales como The launch y A new world, hard rock cañero de pegadizos estribillos y coros en Cool the engines, y melodías ricas en texturas sonoras en My destination.
Third Stage cerraría la época más exitosa y creativa de la banda. Para el siguiente Walk On, Fran Cosmo sustituyó a Brad Delp, y aunque de nuevo hubo que esperar los ocho años de rigor, esta vez los resultados fueron menos brillantes, perdiéndose sus futuras producciones en experimentos menos satisfactorios para los seguidores.
Third Stage apenas dura treinta y seis minutos para los que se necesitaron ocho años ¡pero desde luego cada uno de ellos lo vale!
La banda:
Bradley Delp- voz y guitarra
Jim Masdea- batería y percusión
Gary Pihl- guitarra
Tom Scholz- guitarra, bajo, piano, batería, teclados y órgano
Richard Ocean- órgano
Las canciones:
1- Amanda
2- We're Ready
3- Launch
4- Cool the Engines
5- My Destination
6- New World
7- To Be a Man
8- I Think I Like It
9- Can'tcha Say (You Believe in Me) Still In Love
10- Hollyann
El disco:
Año- 1986
Discográfica- MCA
Duración- 36:40 minutos
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