Friday Rocks!- John Sykes

 


Hace menos de un mes que nos dejó John Sykes. Una muerte prematura (65 años) por culpa del puto cáncer. El talentoso guitarrista, relevante por haber grabado el álbum más exitoso comercialmente de Whitesnake, y por tener un estilo musical especial y reconocible. Se había hecho un hueco en nuestras pueblerinas vidas desde que escuchamos el citado disco.

A partir de ahí se convirtió en un artista a seguir, y es que no sólo fue un fugaz relámpago en la agitada historia de la serpiente blanca, sino que el tío se labró una consistente carrera con la que dejó huella en el mundillo del hard rock.

En este Friday Rocks! voy a recuperar algunos de sus trabajos más señalados, y para ello comenzamos con los discos que grabó con los Tygers Of Pan Tang, banda adherida a la etiqueta de la New wave of british heavy metal y que contó con el guitarrista para su segundo y tercer disco. Ambos, lanzados en 1981, contaron con el hándicap de la presión de la discográfica para que grabasen material como si trabajasen en una cadena de montaje. Ya sabéis que los Tygers Of Pan Tang siempre me han parecido una banda de segunda fila, y de hecho si son más conocidos fuera de Inglaterra, es precisamente gracias a John Sykes. Pero con un poco más de tiempo probablemente hubieran entregado unos álbumes con más consistencia. El primero de ellos, el estimulante Crazy Nights, cuya portada tenéis ahí arriba, es un disco prototípico del sonido de aquella época. Grabado en apenas un mes y con canciones compuestas en el estudio, poco más se le puede pedir a la banda. Love Don´t stay, Running out of time, Never satisfied, Do it good o Stormlands son suficientes razones para disfrutar este disco.



La exótica y elegante portada de su siguiente Spellbound, nos deja un conjunto de canciones un pelín más variado y comercial. Y a un Sykes mucho más protagonista, como por ejemplo en el solo de Don´t stop by. En mi opinión se trata del álbum más sólido de los Tygers de principio a fin, y se puede catalogar como clásico del movimiento, gracias a canciones como Gangland, Hellbound, Take it, The story so far o la balada Mirror. Quizás a partir de aquí podrían haber despegado a lo grande, pero una vez más, las presiones de la discográfica para que entregasen material, y las desavenencias entre el cantante John Deverill y Sykes, con los miembros originales del grupo, provocaron la marcha del guitarrista.


La siguiente parada es harina de otro costal. A Thin Lizzy, igual que otras grandes bandas del hard rock clásico, la llegada de los ochenta les pilló con el pie cambiado. Así que el añorado Phil Lynott decidió insuflar sangre joven al grupo, fichando a nuestro venerado Darren Wharton (Dare) y a John Sykes. El resultado fue el fantástico Thunder And Lightning, un disco distinto al resto de su carrera, muy orientado al heavy/hard rock ochentero, y con el que el legendario cantante y bajista ponía orden. Canciones como Cold Sweat (versionada por Megadeth, Helloween y Sodom entre otros muchos), Someday she is going to hit back, la homónima Thunder and lightning, This is the one, Heart attack, o la brumosa balada The sun goes down, convierten a este disco en un imprescindible para cualquier metalero que se precie.

Thunder and Lightning se anunció como el tour de despedida de Thin Lizzy. Durante la gira, la banda grabó el álbum en directo Life. Sykes también acompañó a Lynott en una gira europea en solitario. Su intención era continuar junto a él con el proyecto Grand Slam, pero recibió la llamada de David Coverdale y con el benaplácito de Lynott, marchó a Whitesnake. Lamentablemente, Lynott falleció el 4 de enero de 1986 a los 36 años.


Su primera labor en los Whitesnake, fue regrabar las partes de guitarra de Mick Moody para la versión estadounidense del disco. La razón de dicha remezcla fue, que a pesar de lograr el puesto 9 en las listas británicas, fue muy criticado por las habituales letras y títulos llenos de doble sentido del grupo, y por la mezcla del álbum, que se consideró muy poco inspirada. Geffen se negó a lanzar el disco tal cual al otro lado del Atlántico, y obligó a una nueva producción del álbum a cargo de Keith Olsen. La consiguiente regrabación de las partes de guitarra y bajo, tras el fichaje de Sykes y la vuelta de Neil Murray, junto a la incorporación del teclado de Bill Cuomo, consiguió un éxito rotundo en los USA encaramando al disco al número 40 del Billboard, gracias a un sonido más próximo al que se llevaba a mediados de los ochenta por los states.


La siguiente estación fue el disco conocido como Whitesnake o 1987, y por aquí ya hablé largo y tendido acerca de las tribulaciones de su grabación y éxito, así que aquí lo dejo por si quieren volver a leerlo.

Cuentan que Coverdale le largó por joven y guapo,
y no creemos que precisamente en eso
estuviese equivocado


Una vez fuera de Whitesnake, volvió a Inglaterra para trabajar en lo que a la postre se convertiría en su nuevo proyecto. En los comienzos de Blue Murder, estarían involucrados Tony Franklin al bajo, Cozy Powell en la batería y Ray Gillen a la voz. No obstante, Powell abandonó el proyecto para unirse a Black Sabbath. Y Gillen, que acabaría haciendo un trabajo impecable en Badlands, fue despedido por las presiones del A&R de Geffen, John Kalodner.


Finalmente, con Sykes a la voz, y la incorporación del batería Carmine Appice, Blue Murder lanzaría su debut en 1989. Catalogados por la prensa como un nuevo supergrupo, quizá esta denominación unida al hype creado tras el éxito pretérito del guitarrista, les supuso un handicap a la hora de satisfacer las expectativas de público y crítica. Los efluvios al reciente 1987, los encontramos principal y obviamente en la guitarra de Sykes, y en canciones como la homónima Blue murder, Black hearted woman, Billy, u Out of love. Y aunque me parezca un disco de cierto regusto británico, como ocurre en Valley of the kings (co-escrita al alimón con Tony Martin de Black Sabbath) o Ptolemy. Son patentes sus querencias yanquis, como por ejemplo en la muy Unruly Child Sex child, la inicial Riot, o Jelly roll.

A mí me parece un disco muy subestimado, al que según el propio guitarrista le faltó apoyo por parte de la discográfica para su promoción. Desde luego, una joyita recomendadísima, sobre todo si te flipa el 1987, y un poco olvidada de aquel momento dorado para el hard rock de pretensiones comerciales.

Cuatro años después y con cambio de formación a mitad de grabación, apareció Nothin´But Trouble, un disco que confirmaba las buenas sensaciones del debut, pero que apareció en un momento amargo para el género. Por aquel tiempo se postuló para el puesto de guitarrista en Def Leppard, que al final se quedaría Vivian Campbell, aunque colaboró en los coros del Adrenalize.

Tras publicar un directo, disuelve Blue Murder y rearma una nueva versión de Thin Lizzy junto a Gorham y Wharton, con la que continuará hasta 2009. Entre medias iría publicando discos en solitario, e intentando poner en marcha otros proyectos. Colaboró en discos como el HTP de Hughes Turner Project, Mythology de Derek Sherinian, y Gastank de Rick Wakeman.

Y hasta aquí llega este humilde homenaje a un artista que ha dejado huella en el mundo del rock y nuestras vidas.





























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