Los Praying Mantis son otros de esos grandes e injustos perdedores de la NWOBHM. La banda fundada a finales de los setenta, por los hermanos de ascendencia española Chris y Tino Troy, consiguió lanzar un álbum, en el momento de apogeo de dicho movimiento. Pero poco después, problemas con su agencia de representación hizo que la discográfica Arista prescindiera de ellos.
Volvieron junto a Clive Burr poco tiempo después, en el proyecto Stratus. Que, como vimos hace poco, nos dejaron una única, pero deliciosa rodaja AOR. Parecía que la suerte les era esquiva, hasta que, gracias a un concierto un homenaje a la NWOBHM en Japón, se reúnen de nuevo. Esta vez con invitados como los ex- miembros de Iron Maiden, Paul Di´Anno y un Dennis Stratton, que después permanecería en la banda.
Al contrario que otros compañeros de promoción, Praying Mantis llevaron desde el principio una onda AOR, que obviamente no tenía nada que ver con bandas como Diamond Head o Saxon. De ello dio buena fe su debut Time Tells No Lies, disco en el que debería haber entrado una versión del I surrender de Russ Ballard. Pero que para no tener líos con Ritchie Blackmore, que la también la versionaría en aquel estupendo Difficult To Cure de sus Rainbow, finalmente descartaron. De cualquier modo, aquel disco obtuvo unos excelentes resultados de crítica y público. Pero debido a los problemas citados no volverían a entrar en el estudio de grabación como Praying Mantis, hasta que entrados los noventa apareció este Predator In Disguise.
La cosa tendría guasa, porque el álbum saldría primero en Japón y Corea del Sur, y nada menos que dos años después, aterrizaría en el Reino Unido. Y sin duda fue una apuesta fuerte desde la independencia discográfica, ya que, como ya os sabéis de memoria, en aquella época el público estaba a medias entre el grunge y el brit pop. Los Mantis combinan hard melódico y AOR, con un acento británico obvio y de regusto yanqui, pero con mucha personalidad. No les voy a sorprender, si les digo que para mí, Predator In Disguise comienza a ponerse disfrutón con las fanfarrias y coros de su cuarto tema, This time girl. AOR de primera categoría, con ese puntito desfasado y desenfadado tan resultón, que se encargan de confirmar temarrales como Time slipping away o Still want you. No obstante ya estábamos en los noventa, y Only you, canción que me recuerda a los Unruly Child, y la muy británica y algo pomposa, pero siempre épica Can´t see the angels, ponen al grupo casi todo lo contemporáneo que puede sonar el género. Hay cierto gusto por la atmósfera brumosa (será por el smog) y la grandilocuencia, como podemos escuchar en Can´t wait forever, Listen what your herat says, y Battle royal. Mientras que en She´s hot tenemos ese puntito hard rock de hechuras californianas, y bastante estándar, que daba sus últimos coletazos. Y hasta un instrumental bastante larguito, The horn.
Variedad y calidad es lo que encontraréis en este Predator In Disguise. Disco que insufló una segunda vida al grupo, que continuó con una sólida y prolífica carrera, que se extiende hasta este mismo 2024 con Defiance.
La banda:
Tino Troy- guitarra y coros
Chris Troy- bajo y voz principal
Dennis Stratton- guitarra y voz principal
Bruce Bisland- batería
Las canciones:
1- Can't See the Angels
2- She's Hot
3- Can't Wait Forever
4- This Time Girl
5- Time Slipping Away
6- Listen to What Your Heart Says
7- Still Want You
8- The Horn
9- Battle Royal
10- Only You
11- Borderline
El disco:
Año- 1991
Discográfica- Canyon International/ Under One Flag
Duración- 50:02 minutos
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