Los Scorpions ya cayeron por el blog en su versión cotidiana, pero dado que su carrera abarca una generosa extensión temporal, era inevitable que en algún momento los viésemos en la sección del viernes.
La banda, uno de mis grupos de cabecera cuando la posibilidad de encontrar material discográfico e información hard rockera era muy limitada, comenzó dando caña en los setenta haciéndose un merecido hueco en la escena. Pero no sería hasta comienzos de los ochenta cuando conseguiría abrir camino en más allá del Atlántico. Animal Magnetism los metió timidamente en las listas transoceánicas. Pero el artefacto responsable de su pirmer éxito, sería Blackout. Un cañonazo hardroquero, que saldría en un glorioso 1982. Y que contaba con temazos como el homónimo Blackout o Can´t live without you. Pero también con No one like you, una canción con mucho regusto comercial y melódico.
Aquel disco no sólo se ganó el favor del público. La crítica especializada también cantó sus alabanzas, y con el tiempo se ha convertido en uno de esos lp´s infaltable en las listas de "lo mejor del género". Una vez hecho el desembarco en los States, el próximo paso era consolidarse.
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| La tradicional (por antigua y arraigada) cultura de la cancelación derechista, censuró la portada original en USA, y la convirtió en esta sosez insulsa. A esto lo llaman ser woke ¿no? |
Dicho empeño lo lograrían con Love At First Sting, pero durante su grabación tendrían que sortear algunos obstáculos. El principal, el conflicto entre su productor Dieter Dierks y la sección rítmica del grupo formado por Buchholz y Rarebell, bajista y baterista respectivamente. Ambos músicos habían jugado una parte importante en la renegociación de su contrato discográfico, tras el éxito de Blackout. Dierks les cogió gato por eso, y no paró hasta largarlos del grupo. Actuó astutamente, primero poniendo al grupo en contra del bajista. Incluyendo a Rarebell, que declaró que no terminaba de convencerle su forma de tocar, y propuso a Jimmy Bain (DIO) como sustituto. Sin el bajista, marcharon a grabar el disco en Estocolmo, momento en el que el baterista pidió un receso, para tratar su alcoholismo en una clínica rehabilitadora. Ocasión que aprovechó Dierks, para grabar el disco con Bobby Rondinelli (Rainbow) a las baquetas. Recuerden amigos, por muy imprescindibles que se crean, no maquinen contra su propia clase. Porque la clase dirigente siempre va a acabar masticándolos a su gusto, y de todas formas.
El momento lo salvó una oferta para tocar de nuevo en el US Festival, y una mini gira por Estados Unidos. En ese momento The Power of Friendship hizo su aparición, y los tipos limaron asperezas. Probablemente porque sabían, que sino lo hacían, acabarían siendo una de esas formaciones inestables, que además van perdiendo su esencia característica. La cuestión es, que finalmente la sección rítmica original regrabó las partes de bajo y batería, y el disco se terminaría de grabar y mezclar a comienzos de 1984.
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| Los tíos eran más elásticos, que sus mallas de tigre |
Saldría en primavera, y como un auténtica potra salvaje, nos dejó algunas de las canciones más señeras de los Escorpiones. Supieron leer como pocas bandas europeas, lo que el mercado norteamericano demandaba. Al igual que Def Leppard o Iron Maiden, y antes que Europe y Whitesnake, lo petaron por aquellas tierras. Y es que aunque eternamente sobadas, canciones como Rock you like a hurricane, I´m leaving you o Still loving you, han quedado ineludiblemente para la posteridad universal del rock, y de la cultura pop en general. Aunque esto le joda enormemente a José Manuel Sebastián, pomposo locutor de Radio 3.
Pero no serían únicos ejemplos de ese hard rock con tufo macarrilla y rebelde, amén de comercialmente viable. La inicial Bad boys running wild avisa perfectamente de lo que hay, riffs simples y efectivos, armonías energizantes y melódicas, estribillos coreables, y actitud cañera en general. Lo deja claro Coming home, que empieza como balada, pero enseguida acelera vertiginosamente. Velocidad a tope también, en The same thrill, con unos coros y ritmo que me recuerda poderosamente a los primeros Van Halen. Le sigue Big city nights, otro de esos himnos imperdibles de los germanos, y que siguiendo las coordenadas generales del álbum, se me antoja un poco más clásica al estilo de los setenta, pero pasada por ese tamiz ochentas y juvenil que la hace tan apropiada para un viernes noche. Un poco del mismo contraste tiene As soon the good times roll, que suena un pelín pesada y oscura, pero a la vez tiene un cariz pop metal, principalmente en su estribillo. Más del primerizo estilo "hippie" del grupo es Crossfire, un alegato antibelicista (de esos que tanta falta haría que se metieran en la cabeza, los personajes responsables de limpiezas étnicas y genocidios. Ya saben ustedes donde, ya saben cuando, y ya saben quién), que no por necesaria piense que no desentone con el carácter desenfadado del resto del disco. El cierre con el baladón Still loving you, una canción que desde hace años tiendo a evitar por el atracón que me pegué de ella en la adolescencia, es cuanto menos épico. Y meritorio, pues desde entonces, no se concibió disco de hard y heavy rock ochentas, sin contar con al menos una canción romántica. Y todo esto aunque le joda enormemente a José Manuel Sebastián, ilustrado, pero en absoluto irreverente locutor de Radio 3.
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| Con la pasta que ganaron, se permitieron un avión personalizado. Creo que no pilotaba Bruce Dickinson |
A Rock you like a hurricane, también la evito desde hace tiempo en recopilaciones personales por el mismo motivo. Pero... ¿Quién no se ha pegado una fiesta en Vallecas sin escucharla, o se ha flipado entrenando a tope con ella? Himno eterno sin duda.
La necesidad de revalidar el éxito de Love At First Sting, llevó a Scorpions a grabar Savage Amusement del que ya hablamos por aquí. Y al ser uno de esos momentos en los que queremos mantenernos en nuestro pico vital, hacemos lo que los demás esperan. Así que no terminamos de ser del todo libres, y la cosa no termina de salir como esperamos. De cualquier modo, la banda se ha mantenido durante más de cincuenta años, como una referencia mundial dentro del rock. Y eso, como José Manuel Sebastián bien sabe, no es precisamente fácil.
La banda:
Klaus Meine- voz
Rudolf Schenker- guitarra
Matthias Jabs- guitarra
Herman Rarebell- batería
Francis Buchholz- bajo
Las canciones:
1- Bad Boys Running Wild
2- Rock You Like a Hurricane
3- I'm Leaving You
4- Coming Home
5- The Same Thrill
6- Big City Nights
7- As Soon as the Good Times Roll
8- Crossfire
9- Still Loving You
El disco:
Año- 1984
Discográfica- Mercury
Duración- 41:16 minutos
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