La búsqueda del éxito es algo normal cuando te dedicas al artisteo. Sinceramente, no creo que haya ningún músico que no deseé que haya mucha gente, cuanta más mejor, que escuche sus canciones. Sin embargo, a menudo la digestión del éxito resulta muy pesada. Genera expectativas, queremos más de lo bueno, pero que a la vez sea nuevo y nos sorprendan, y nos vuelvan a sorprender. Una fantasía. Aplicamos la palabra genio con facilidad, sin embargo, pronto nos ofendemos cuando los músicos no nos dan exactamente lo que ansiamos.
Hay discos que históricamente se explican desde el fracaso. The Long Run es uno de ellos. Normalmente es utilizado para relatar el rápido declive de los Eagles, forzado por su incapacidad para repetir el éxito de Hotel California. Es decir, The Long Run se suele contar a partir de unas expectativas no cumplidas, y no desde sus propias virtudes.
El consabido resumen es que The Long Run no merece la pena, De que es un mero pie de página en la historia de la banda, a la vez que epitafio de la misma. Como los Eagles no nos entregaron un "upgrade" de Hotel California, nos enfadamos.
Sin embargo, la realidad es tozuda, y The Long Run un muy notable disco. Fue, al igual que el caso de otros paisanos suyos, The Doobie Brothers. El abrazo definitivo al rock de hechuras radiables, de un grupo que comenzó en el country rock . Y en el que se metieron de cabeza entre el soft rock y el AOR al estilo de finales de los setenta, sin olvidar del todo sus primerizas esencias, y con un poso amargo y cínico. Nos siguen dejando magníficos singles, como In the city, Heartache tonight o la canción que da título al disco. Pulidísimas, elegantonas y melancólicas baladas como I can't tell you why y The sad cafe. Y mención aparte, merecen sus temas más "experimentales". Una irónica The disco strangler de ritmo discotequero. La densa Those soes. La pertubadora y asfixiante atmósfera de Teenage jail. Y la muy bizarra y sesentera The greeks don't want no freaks.
De todos ellos resulta un conjunto muy ecléctico. Algo que quizás le quite consistencia (en un principio iba a ser un disco doble, lo que hubiera diluido un poco tanta variedad. Pero se ve que la presión abrumó a la banda). Que de cualquier manera, mejora con cada escucha.
La banda:
Don Henley- bateria, percusión y voz
Don Felder- guitarra, órgano y voz
Glenn Frey- guitarra, sintetizador, teclado y voz
Joe Walsh- guitarra, teclado y voz
Timothy B. Schmit- bajo y voz
Jimmy Buffett, The Monstertones, Bob Seger- coros
David Sanborn- saxofón
Joe Vitale- piano
Las canciones:
1- The long run
2- I can´t tell you why
3- In the city
4- The disco strangler
5- King of Hollywood
6- Heartache tonight
7- Those soes
8- Teenage jail
9- The greeks don´t want no freaks
10- The sad café
El disco:
Año- 1979
Discográfica- Asylum Records
Duración- 42:40 minutos
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