Tuve mi primera toma de contacto con Bonfire en 2003, cuando de manos de mi amigo Alex llegaba hasta mí su Free. Aquel disco no satisfizo demasiado a los seguidores de toda la vida de la banda, aunque a mí las "moderneces" de su sonido no me desagradaron y sobre todo me puso sobre la pista de una banda que llevaba en ese momento treinta años de carrera.
En sus inicios el grupo se llamó Cacumen, nombre que significa en latín "cima de una montaña", pero que por lo menos a los hispanoparlantes nos suena un poco delirante. No obstante para mediados de los ochenta habían cambiado, en mi opinión con buen tino, a un más sonoro Bonfire (y que significa hoguera, que quieras que no). En esta nueva época debutarían con un notable Don´t Touch The Light, pero lo mejor estaba por llegar con Fireworks y el posterior Point Blank.
Como buenos germanos mantenían un equilibrio entre el heavy rock y el hard melódico. Y como en su tierra ya eran bastante populares, para Fireworks apostaron por tirar hacia sonidos del gusto estadounidense en aras de conquistar aquellas tierras. En Point Blank acentuarían aún más esta tendencia.
Así en Fireworks encontramos ambas facetas bien balanceadas, con canciones que tiran hacia sonidos más contundentes como Ready 4 action, Never mind o Champion, y otras que miran descaradamente hacia las listas de éxitos yankees como Sleeping all alone (donde colabora en la composición Joe Lynn Turner), la super pegadiza Sweet obsession, Give it a try, la peliculera Cold days, y la fiestera American nights. Para el vídeo de esta última no escatimaron en banderitas de las barras y estrellas, y escenas de la vida idealizada del Sunset Bulevard.
Dos años después, y con algún cambio en la formación, aparece Point Blank. Un mastodóntico álbum de diecisiete canciones en el que inciden aún más en esa apuesta ganadora de la banda. Aquí, canciones como Hard on me, Gimme some, Say goodbye, Look of love o Price of loving you hacen las delicias de los aficionados al hard rock más chicloso de los ochenta. Un conjunto completado por la power ballad Why it´s never enough y la acústica Who´s foolin´ who. Por supuesto siguen sin aflojar el acelerador y demostrando su lado rotundo en Bang down the door, Waste no time o You´re back. De la época de Point Blank es la canción Sword and stone que no saldría en el álbum, pero sí en la banda sonora de la película de terror de culto Shocker.
Sin embargo el asalto a tierras gringas no les salió del todo bien, quizás por la saturación de bandas del estilo ya asentadas allí, y de hecho Point Blank no fue lanzado comercialmente en Estados Unidos. Tras el disco, el fundador y guitarrista Hans Ziller es despedido y un par de años después el cantante Claus Lessman decide seguirle. Tras unos años de naufragio comercial y la grabación de un disco con Michael Bormann (Jaded Heart) como cantante, que no llegó a ser lanzado. Ziller y Lessman recuperan legalmente el nombre de la banda y retoman una frenética carrera musical que nos dejará casi un disco de Bonfire por año. El disco inédito finalmente es publicado por Bormann bajo el nombre de Charade.
La banda:
Fireworks
Claus Lessmann- voz
Hans Ziller- guitarras y coros
Horst Maier-Thorn- guitarra y coros
Joerg Deisinger- abjo y coros
Ken Mary- batería y coros
Point Blank
Claus Lessman- voz
Angel Schleifer- guitarra
Joerg Deisinger- bajo
Hans Ziller- guitarra
Edgar Patrik- batería
Las canciones:
Fireworks
1- Ready 4 Reaction
2- Never Mind
3- Sleeping All Alone
4- Champion
5- Don't Get Me Wrong
6- Sweet Obsession
7- Rock Me Now
8- American Nights
9- Give It a Try
10- Cold Days
Point Blank
1- Bang Down the Door
2- Waste No Time
3- Hard on Me
4- Why Is it Never Enough
5- Tony's Roulette
6- Minestrone
7- You're Back
8- Look of Love
9- The Price of Loving You
10- Freedom is My Belief
11- Gimme Some
12- Say Goodbye
13- Never Surrender
14- Youth Patrol
15- Jungle Call
16- Know Right Now
17- Who's Foolin' Who
Los discos:
Año- 1987/1989
Discográfica- MSA
Duración- 37:30/ 57:36 minutos
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