Friday Rocks!- Sleaze a go go (Part. 2)

Nuevo viernes, nuevo Friday Rocks!. Y vuelve con otro puñado de esas bandas, que si ya en su momento no interesaron a casi nadie, imagínense ahora. Todo ello en un blog que no interesa a nadie. Combinación casi perfecta para tomarse un rato de relax y redescubrirlas. ¡Vamos allá!



Originarios de Chicago, donde se hacían llamar The Chicago Molls. Los D´Molls aprovecharon como pocos su traslado a Los Angeles, para conseguir de manera un tanto rocambolesca su contrato discográfico. Cuenta la historia, que se ligaron a unas chicas en un garito. Éstas, curiosamente conocían a un A&R. Y el tipo acabó consiguiendo, no sin pasar sudores, un contrato con Atlantic. Y es que, los D´Molls no eran precisamente unos adalides de la vanguardia rockera. Aunque consiguieron sobrevivir al primer disco, lo cual ya es algo reseñable para la época.

Warped fue su segundo álbum. Un disco en el que se nota la influencia Motley Crue, y en el que no escucharemos nada nuevo, pero con el que disfrutaremos del hard rock más chuleta y vacilón en canciones como My life, Passion, o Backstage bombers. Y como era inevitable por entonces, había que incluir una balada para dar un toque comercial, y vender más discos. This time it´s love es la encargada de ello, y sin ser una locura, cumple el cometido de manera notable.




Electric Angels nacen de la mitad de aquella simpática banda de mitad de los ochenta llamada Candy. Estos, metían en la misma coctelera hard rock y powerpop, y tuvieron cierta popularidad entre la chavalada de la época. Allí estaban Gilby Clarke (futuro Guns N´Roses). Nuestro querido Kyle Vincent. Y por supuesto nuestros protas de hoy, el bajista Jonathan Daniel, el baterista John Schubert, y el guitarrista Ryan Roxie, que posteriormente será parte importante de la banda de Alice Cooper. Se montaron Electric Angels junto al cantante Shane, y en un movimiento un poco extraño, se marcharon de la soleada California hacia la bulliciosa Nueva York. Allí firmarían con Atlantic y lanzaron este único disco en 1990, bajo la batuta de Tony Visconti. 

Su música se orientaba más hacia el rock n´roll clásico, con menos influencia "heavy", mirándose en el espejo de bandas como Hanoi Rocks y The Replacements. A sus canciones de vibrante y acelerado hard rock, con efluvios alcohólicos y bohemios, no les faltaba gusto por la melodía y los coros. Lo que queda demostrado en temas como Live in the city, Head above water, o Home sweet homicide. Por supuesto, y para mejorar sus perspectiva comerciales, también incluyeron una intensa balada. True love and other fairy tales, ponía en los surcos del vinilo, una perfecta fusión de romanticismo y desengaño existencial. Como anécdota, contar que Bon Jovi era bastante fan de ellos. Y le gustó tanto la balada, que para su Bed of roses, bed of nails, incluido en Keep The Faith. Se permitió adoptar un par de "ideas" de dicho tema.




Princess Pang eran mitad suecos, mitad yanquis, y de las pocas bandas del rollo con una cantante al frente. Sólo grabaron este debut homónimo bajo el auspicio de Metal Blade, ya que tras la primera gira, su vocalista Jeni Foster abandonó la banda para montar un grupo de estilo dance. La cuestión es que este olvidado y subestimado disco. Sin ser la bomba, tiene un feeling nada desdeñable, mezcla de hard rock blues con un toque de lo más heavy. Trouble In Paradise fue el sencillo más exitoso del álbum, al que acompañó el obligado video para la MTV. Pero canciones como South St. kids, explosiva como la pólvora. La intensa Baby Blue, que fue lo más cerca que estuvieron de hacer una balada. O Too much too soon, que suena como lo harían The Mother Station un lustro, después, no desmerecen en absoluto.

Ya fuera por estar en un sello pequeño y con poca experiencia en este subgénero, o por la enorme saturación de bandas de la época. No lograron la suficiente repercusión como para no partir peras y dedicarse cada uno a sus cosas.




Jetboy son una de esas bandas que estuvieron en los comienzos del género, e inspirados por Hanoi Rocks, fueron otro de los causantes de imprimirle identidad. Originarios de San Francisco, pronto se mudaron a Hollywood que era donde estaba el meollo glam de la época. Allí firmaron con una discográfica potente como MCA, y tras la salida de su bajista Todd Crew, ficharon al bajista de sus admirados Hanoi, Sammi Yaffa.

Lanzaron este Feel The Shake en 1988, con la primera hornada sleaze. Y a pesar de que pasó bastante desapercibido, lo cierto es que es uno de los discos más frescos, directos y disfrutables de aquel tiempo. Rock n´roll con mucha laca, actitud, melodía, e impactante estética. Desde el sensacional arranque con su tema homónimo, pasando por los pegadizos estribillos de Make some noise y Hard climb, la pegada de Bad disease, el blues crujiente de Hometown blues, hasta la vibrante y nocturna Snakebite. Descubrirás que Feel The Shake es lo suficientemente divertido como para que te vuelva a apetecer escucharlo una y otra vez.

Como colofón, y a modo ilustrativo, dejo unos videos para que ustedes vean lo güenos, güenos que eran nuestros invitados de hoy.
























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