Friday Rocks!- Gorky Park

 


Con la llegada al Soviet Supremo de Mijail Gorbachov, empezaron a producirse cambios políticos en la Unión Soviética. El plan llamado Glàsnost, permitió abrir un poco las puertas y ventanas de un inmenso país, al que le hacía falta algo de ventilación. La banda Gorky Park, que mezclaba la música y estética de los grupos de hair metal occidentales, con símbolos soviéticos y de la cultura eslava. Aprovechó la oportunidad, y cruzó el charco. Allí, gracias al apoyo de Bon Jovi y Frank Zappa consiguieron un contrato discográfico.

El autodenominado "mundo libre", los acogió con entusiasmo. Eran la clara prueba, de la superioridad de la cultura capitalista sobre la del comunismo. Desde el este, sin embargo, presumían de de mente abierta. De que todas aquellas acusaciones de falta de libertad individual eran falacias propagandísticas ideadas por el enemigo capitalista. Y de que cualquier hijo del materialismo histórico y dialéctico, podía plantar el pabellón de la hoz y martillo en el territorio de la plusvalía.

¡Preparados para el asalto al mercado yanqui!
El guitarrista después se puso cachas que te cagas

Tuvieron su momento de fama, entrando en listas de Billboard y apareciendo en la MTV. Pero como realmente eran un grupo de segunda fila, y su principal baza, el "exotismo", se consumió rápido, pronto se olvidaron de ellos.  Apadrinados por Jon Bon Jovi y Richie Sambora, Gorky Park grabarían y lanzarían su debut homónimo en 1989. Gorky Park mezclaban hair metal, instrumentos folklóricos tipo balalaika y tal, e imaginaría soviética. Da buena fe de ello, el inicio de Bang, que simula un concierto en una acería como la de Magnitogorsk.

La verdad es que Gorky Park (el disco) es demasiado heterogéneo, demasiado batiburrillo. La única canción buena Una de las mejores canciones, es ese remedo de We are the world escrito por Bon Jovi, titulado Peace in our world. Aunque la pretendidamente hímnica Bang, que no estaba mal, podría haber entrado en algún recopilata de hair metal, para completarlo ajustando presupuesto. La melódica Sometimes at night. La acústica Try to find me, con su tufillo a Harem Scarem, solo de guitarra a lo Pete Lesperance incluido. La funk Child of the wind. O la muy "Tyketto", Within your eyes. Hay que reconocer que tienen su gracia. 

Eso sí, para exotismo folclórico el de la sorprendente versión de My generation de los Who, en la que metían a mitad de canción el ¡Levantate pueblo ruso! de  Sergei Prokofiev.



Tocaron en el famoso Festival de Música por la Paz de Moscú junto a  Bon Jovi, Mötley Crüe, Skid Row, Cinderella, Ozzy Osbourne y Scorpions. Pero tras la caída del Telón de acero, perdieron el favor del público estadounidense, y su cantante se marchó a hacer otras cosas. Ellos continuaron con un segundo disco titulado Moscow Calling. Producido por Fee Waybill, tenía un carácter más sintético, fusilando sin rubor el sonido Def Leppard. Y sinceramente, me parece bastante mejor que el debut. Vendieron bien, pero los noventa apretaron fuerte, y en sus dos siguientes discos tiraron para un sonido más alternativo.

Para el 93 esas pintas ya no molaban.
No los pectorales con tirantes tampoco.

Al menos tuvieron sus quince minutos de fama norteamericana. Algo que se le negó a otras bandas europeas, bastante mejores, como Bonfire, TNT o Magnum, simplemente por no venir del otro lado del Telón.

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