Desde hace mucho tiempo, me atrevería a decir ya décadas, me sorprende el hecho de que gente muy joven elija y apueste por el AOR para canalizar su arte. Y me sorprende porque, no es que actualmente no sea un sonido muy popular, es que podríamos decir a las claras que desde hace más de treinta años está absolutamente desterrado de cualquier medio de comunicación de masas, y no digamos ya de las listas de éxitos.
Quizá este sea uno de los puntos más interesantes del tema, puesto que mientras que en redes y medios masivos, no paran de clamar por la supuesta muerte del rock (algunos tristes y otros relamiéndose) no paran de aparecer cientos y cientos de grupos de gente joven, que siguen reivindicando que guitarras, bajos, baterías, teclados y sintes, siguen siendo tan válidos como en los tiempos de sus padres e incluso abuelos. Sólo hay que darse un paseíto por lo que se cuece por el mundo anglosajón, para darse cuenta de que más allá de Miami, no tienen intención de sustituir sus, no tan viejas costumbres. Hablo de cualquier subgénero de rock, del más comercial al más underground, pero también por supuesto de pop. Vamos, que porque por aquí el dedo de C Tangana no nos deje ver la luna, no significa que la gente no sigamos a nuestras cositas.
Y todo esto porque hay gente bonita como Chez Kane que se dedica a apostar a lo grande por el AOR. Esta británica, que por lo que he leído comenzó a hacer sus pinitos musicales junto a sus hermanas, en la banda Kane´d. Y que por lo que he visto se marca unas versiones "caseras" brillantes de algunos de nuestros clásicos más queridos. Debutó en solitario con este homónimo álbum (sí álbum, porque también ha salido en vinilo) que no esconde sus influencias y te lleva hacia la época en la que artistas como Lee Aaron, Robin Beck, Bonnie Tyler, o las hermanas Wilson en Heart ponían el necesario contrapunto a la ubicua masculinidad tóxica de los 80.
Y no te va a sorprender, porque este disco homenajea precisamente a los más floridos tiempos de dichas reinas del rock, lo cual como comienzo no es poca cosa. Pero sí, te va a sorprender, y lo va a hacer porque las composiciones de Danny Rexon (Crazy Lixx) que además se encarga de todos los instrumentos (excepto el saxofón) y de la producción, suenan frescas, actuales y adictivas como hacía tiempo que no escuchabas.
Un segundo ¿Has escrito saxofón? Sí, y probablemente sea este aspecto, junto a los acertadisimos y evocadores riffs de teclado, lo que consigue que este grupo de temas, desprenda un aroma de lo más ochentero. Aires que coquetean con el descaro que proporciona la juventud, y una contemporánea producción para parir canciones hímnicas como All of it, que invitan a saltar puño en alto como Ball n´chain, a tocar una guitarra inexistente en Rocket on the radio, o a solazarse en el mejor AOR como Better than love o Too late for love. Incluso Defender of the heart y Die in the name of love parecen rescatadas de algún descarte de aquella época dorada para el género.
Estribillos para corear, teclados mágicos, solos de guitarra con su oportuna cuota de protagonismo y ritmos trotones para salir a correr antes de que amanezca en Filadelfia. ¿Qué más se puede pedir?
La banda:
Chez Kane- voz
Danny Rexon- instrumentos
Jesse Molloy- saxofón
Dan Bentley- coros
Las canciones:
1- Better Than Love
2- All of It
3- Rocket on the Radio
4- Get It On
5- Too Late for Love
6- Defender of the Heart
7- Ball N' Chain
8- Midnight Rendezvous
9- Die in the Name of Love
10- Dead End Street
El disco:
Año- 2021
Discográfica- Frontiers
Duración- 46:43 minutos
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