Hanoi Rocks no son uno de esos grupos que arrasen en ventas y estén en boca de cualquier rockero medio. Ni siquiera en su momento de mayor esplendor fueron especialmente populares, al menos fuera de su país. Eso sí, sufrieron lo que cualquier artista odia, convertirse en una "banda de culto", con cierto éxito a posteriori.
Sin embargo y aquí va la paradoja, fueron prácticamente responsables de aquel movimiento hard rock ubicado en california durante los ochenta. Bandas tan importantes como Motley Crue, RATT, Guns N´Roses o Poison los citan como su mayor influencia junto a Aerosmith. Y no hace falta que lo digan, pues me atrevería a decir que prácticamente escamotearon la gloria que debían haber gozado los de Helsinki.
Pero además de banda de culto se convirtieron en banda maldita cuando, en su momento de mayor reconocimiento y despegue, su batería Razzle falleció en un accidente de coche en el que, adivinen que, conducía un muy borracho Vince Neil. No es que Razzle no estuviese también muy borracho, de hecho iban a comprar más alcohol para seguir animando la fiesta, es que manda cojones que dicho accidente ocurriera con el cantante de la banda que más ha bebido de tus influencias al volante.
Una historia vertiginosa la de Hanoi Rocks, que desde su formación en 1979 hasta su disolución seis años después, grabaron cinco discos de estudio y dos directos, se convirtieron en la banda de referencia para toda una generación y tuvieron un final en la línea más clásica del malditismo rockero. Sin embargo los autores de influyentes canciones como Tragedy, Oriental beat, Back to mistery city, Mental beat o Motorvatin´, no empezarían a cosechar verdadero reconocimiento fuera de Finlandia hasta que apareció el último disco de su primera etapa: Two Steps From The Move, cuya portada ilustra el comienzo de este artículo.
En Two Steps From The Move las composiciones siguen corriendo a cargo, como era habitual, del guitarrista Andy McCoy, pero esta vez le acompañaría Bob Ezrin que también ejercería su labor habitual de producción. Su personal forma de entender el hard rock, fusión del sonido de los Stones, Alice Cooper, el punk y el garage rock, unido a su exagerada estética glam, les grangearía por primera y última vez un sonoro éxito. Espídicos temas como High school, Futurama o la versión del Up around the bent de la Creedence Clearwater Revival, contrastaban con cadencias más pausadas y pesadas como las de I can´t get it, Boiler. La influencia del shock rock aparecía en la homónima Two steps from the move, y escuchamos el seminal sonido que después explotarían bandas como Guns N´Roses en Boulevard of broken dreams, Cutting corners, y la balada Million miles away, uno de los temas más comerciales del grupo.
Muy poco después la tragedia se cebó con ellos y después de intentar continuar se disolvieron y se dedicaron a diferentes proyectos. Siguieron siendo la banda finlandesa más exitosa durante muchos años hasta que Stratovarius, HIM y Nightwish les superaron. A comienzos de siglo McCoy y el vocalista Michael Monroe volvieron a resucitar Hanoi Rocks con miembros de Electric Boys, ya que el bajista Sammi Yaffa era miembro de New York Dolls, y el guitarrista Nasty Suicide, ojo al dato, se hizo farmacéutico.
La banda:
Michael Monroe- voz y saxofón
Nasty Suicide. guitarra y coros
Andy McCoy- guitarra y coros
Sam Yaffa- bajo y coros
Razzle- batería
Bob Ezrin- teclado, percusión y coros
Las canciones:
1- Up around the Bend
2- High School
3- I can't get it
4- Underwater World
5- Don't You Ever Leave Me
6- Million Miles Away
7- Boulevard of Broken Dreams
8- Boiler
9- Futurama
10- Cutting Corners
El disco:
Año- 1984
Discográfica- CBS
Duración- 34:02 minutos
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