Phenomena- II Dream Runner

 


Phenomena nació como un proyecto conceptual musical con intención de trascender a la gran pantalla, aspiración que por cierto, nunca se llevó a cabo. La idea giraba alrededor de la historia de una zagala que descubre tener poderes psíquicos. Una historia de ciencia ficción o de terror, según se mire, que no me cabe duda que hubiese logrado una buena acogida conematográfica a mediados de los ochenta. De hecho, el mismo año que aparecía la primera entrega discográfica de este proyecto, Dario Argento presentaba un filme con el mismo título y de sinopsis casi calcada, que para más coincidencias contaba con una banda sonora a cargo de eminencias rockeras y heavys como Iron Maiden, Motorhead o los italianos Goblin. Casualidades o no, la historia tiene su miga.

Pero volviendo a nuestro tema principal, Phenomena fue un ingenio del productor Tom Galley y su hermano, guitarrista de WhitesnakeMel Galley, a los que se uniría el fundador de la revista Metal Hammer Wilfried Rimensberger. Sin pretender formar una banda al uso, dieron forma al proyecto reuniendo a algunos de los más prestigiosos músicos del momento. Así que en su primera etapa trabajarían junto a gente como Neil Murray, Cozy Powell, Don Airey, Ted McKenna, Brian May o Scott Gorham. Pero donde siempre iba a tener más relevancia el asunto, era en la parte vocal. Y si para su encarnación inicial iba a ser Glenn Hughes el protagonista absoluto. Su segunda iteración iba a contar hasta con cuatro cantantes, repitiendo Hughes y sumando a Max Bacon (GTR) John Wetton (Asia) y Ray Gillen (Badlands)

De todos los discos de Phenomena, he elegido su segunda parte porque, dentro de la primera época del proyecto, es la entrega más netamente AOR. Un Lp que sin abandonar un regusto claramente británico tira por sonoridades más americanas, seguramente con la intención de desembarcar al otro lado del atlántico (donde sería publicado por RCA) o al menos de adaptarse al aluvión musical que llegaba desde allí. Además Dream Runner se erige como un disco muy destacable dentro del género, aunque eso sí, muy alejado de las obras magnas de grupos coetáneos como Magnum o Strangeways. Probablemente peque de ser un tanto genérico, recayendo la mayor parte de su grandeza en las extraordinarias interpretaciones vocales, que agregan personalidad y talento a unas canciones muy disfrutables y de cariz peliculero. Temas de títulos tan sugerentes (y trillados ya por entonces) como Hearts on fire, No retreat no surrender o Jukebox, dan idea de por donde van los tiros de un notabílisimo conjunto, donde destacan la adictiva Double 6, 55, 44, las trotonas Stop y Surrender, o la magnificiencia de Did it all for love, cantada por Wetton y de pura esencia Asia.

Habían pasado catorce años desde la última vez que escuché Dream Runner, y este reencuentro me ha servido para poner en valor un disco bastante olvidado, con un cierto halo independiente a pesar de su prestigioso elenco, y que sin duda merece un meritorio puesto en la historia del género.

La banda:
Ray Gillen- voz
Glenn Hughes- voz
John Wetton- voz
Max Bacon- voz
Neil Murray- bajo
Mel Galley,Scott Gorham, Kyoji Yamamoto, Joohn Thomas- guitarra
Toshihiro Niimi, Michael Sturgis- batería
Leif Johansen- teclado y samples

Las canciones:
1- Stop
2- Surrender
3- Did It All for Love
4- Hearts on Fire
5- JukeBox
6- Double 6, 55, 44...
7- No Retreat, No Surrender
8- Move - You lose
9- Emotion Mama
10- It Must Be Love

El disco:
Año- 1987
Discográfica- Arista
Duración- 42:08 minutos

























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