Alice Cooper- Trash

 


No hay mejor manera de ilustrar lo desubicado que andaba Alice Cooper a comienzos de los ochenta, que mencionar los discos Special Forces, Zipper Catches Skin y DaDa. O la película Monster Dog, de la que fue protagonista. El nivel de absurdo de dicha cinta era tal, que se grabó en un paraje tan exótico como Torrelodones, y con una joven Victoria Vera como acompañante del rey del shock rock.. 

Pero en aquella época, Alice no sólo se encontraba pillando pulpos debido al consumo de algunas sustancias que le llevaron a reingresar con frecuencia en clínicas de desintoxicación. Además, no lograba dar con la tecla necesaria para actualizar su propuesta musical acorde a los nuevos tiempos. Los discos mencionados tocaban diferentes palos, arrimando a nuestro protagonista de hoy, a la new wave o al pop según el caso, pero sin conseguir unos resultados suficientemente sólidos, y en los que el artista se encontrase a sus anchas. En mi opinión esta experimentación no fue mala, pero tampoco encajaba del todo con su carácter musical clásico.

En estas andaba cuando conoció al guitarrista Kane Roberts, que se iba a convertir junto al bajista y cantante Kip Winger, en la pareja que le introducirían al sonido contemporáneo que se demandaba por entonces. Constrictor y Raise Your Fist And Yell eran dos álbumes que se movían con mucha soltura en el hard rock estadounidense de la época. Ese que parece heavy, pero que tiene un marcadísimo acento comercial, perfecto para la MTV y la radiofórmula de entonces.

Trash aparecería dos años después, siguiendo la senda marcada por ambos precedentes, pero maximizándola hasta casi el infinito, contando con una pléyade de colaboradores y músicos, que si esto fuese una máquina de escribir, iba a dejar seco el cartucho de tinta de tanto usar la negrita. Si empezamos por la parte compositiva, citamos a nombres tan ilustres, y a priori tan ajenos al rey del shock rock, como Desmond Child (que también produce el artefacto) Diane Warren, Joan JettJon Bon Jovi o Richie Sambora. Y si seguimos por la interpretativa, podemos citar además de a sus ya habituales Kane Roberts y Kip Winger. A gente de tan variada raigambre como Steve Lukather, los Aerosmith y los Bon Jovi en pleno, Michael Anthony (Van Halen) Stiv Bators, o María Vidal (Desmond Child And Rouge)

Con la genialidad habitual del vocalista, Trash consigue erigirse en clásico sin tomarse muy en serio. Empezando por la sorna con la que titula al disco, y siguiendo por unas canciones que podrían hacer de banda sonora de alguna de esas comedias de terror de los ochenta (He´s back de Constrictor ya apareció en la banda sonora de Viernes 13) o de algún videojuego coetáneo como Maniac Mansion. Obras herederas de películas de serie B clásicas, como La pequeña tienda de los horrores, donde los héroes no son el típico prototipo de capitán del equipo de rugby, sino unos frikis marginados. Probablemente el mismo Alice se considere un frikazo de primera, y desde luego no le ha ido nada mal.

Un hit tan poderoso como Poison abre la puerta a un listado de canciones que consiguen mantener la esencia clásica de Alice Cooper, pero que no pierden el tufo a los colaboradores directos del disco, me refiero a que suena muy mucho a Bon Jovi, a Aerosmith, y otras producciones habituales de Child. Obviamente habrá mucha gente que rechace este sonido con toda la razón. Pero por entonces era el precio que había que pagar por volver a copar listas de éxitos, y en mi opinión resultó de lo más positivo. Y rentable, probablemente Poison sea la canción más recordada y conocida de Alice Cooper. Todavía recuerdo el comentario de una chica que estaba a mi lado en el concierto que dio en el Azkena Rock de 2009, de que había ido al festival sólo por escuchar esa canción. Y es que Trash tiene un aura muy especial, una conjunción de adictivas e irresistibles canciones entre las que es difícil destacar algunas, pero de las que me quedo con la susodicha Poison, Spark in the dark, House of Fire, Bed of nails, esa maravilla nerd que es This maniacs in love with you, y las dos baladas Only my heart is talking y Hell is living without you.

Trash funcionó tan bien, que dos años después reintentaron revalidar el éxito con un Hey Stoopid que imitaba a su precursor hasta en lo de rodearse de figuras de relumbrón. Entonces fueron Slash, Steve Vai, Joe Satriani, Vinnie Moore o los Motley Crue, Mick Mars y Nikki Sixx, los elegidos para escoltar al cantante. Sin embargo, de nuevo las modas estaban mirando ya hacia otra dirección, y a pesar de ser también un disco genial, no obtuvo tanto éxito comercial.

La banda:

Alice Cooper- voz

John McCurry- guitarra

Hugh McDonald- bajo y coros

Bobby Chouinard- batería y percusión

Alan St. John- teclado y coros

Steven Tyler, Jon Bon Jovi Kip Winger- voz y coros

Joe Perry, Richie Sambora, Steve Lukather, Kane Roberts, Guy Mann-Dude, Mark Frazier, Jack Johnson- guitarra

Tom Hamilton- bajo

Joey Kramer- batería

Steve Deutsch- sintetizador

Paul Chiten, Gregg Mangiafico-teclado

Myriam Valle, Maria Vidal, Diana Grasselli, Bernie Shanahan, Louie Merlino, Tom Teeley, Michael Anthony, Stiv Bators, Jango, Jamie Sever, Joe Turano, Desmond Child- coros

Las canciones:

1- Poison

2- Spark in the Dark

3- House of Fire

4- Why Trust You

5- Only My Heart Talkin'

6- Bed of Nails

7- This Maniac's In Love With You

8- Trash

9- Hell is Living Without You

10- I'm Your Gun

El disco:

Año- 1989

Discográfica- Epic

Duración- 40:21 minutos














 





Comentarios