A pesar de su afrancesado nombre, Le Mans fueron un conjunto estadounidense que a posteriori sería más recordado por haber sido la banda madre de los talentosos guitarristas Derek Frigo y Josh Ramos, que por sus méritos discográficos. El primero acabó formando una de las bandas más originales e infravaloradas del Sunset Strip de finales de los ochenta, Enuff Z´Nuff. El segundo se haría un lugar en el mundillo del rock melódico gracias a sus participaciones en diferentes combos como The Storm, Two Fires, The VU, o Hardline.
En fin que tampoco es que las bandas mencionadas arriba sean precisamente Aerosmith, así que Le Mans han quedado como un grupo de culto, con eso sí dos notables y muy diferentes discos en su haber. Descubiertos por Mike Varney, capitoste del sello Shrapnel Records e incansable rastreador de virtuosos grupos de heavy metal estadounidenses, su primer disco titulado On The Streets recibió un apoyo moderado por parte del público metalero, y logró las ventas que puede conseguir una independiente a pesar de ser considerado uno de los mejores lanzamientos de la discográfica. Tras la tibia acogida Josh Ramos abandona el barco, supongo que para unirse a Kevin Chalfant en The VU, empezando una asociación con imitadores de Steve Perry (Chalfant, Hugo) que le perseguirá toda la vida.
Pero entonces Shrapnel llega a un acuerdo con Columbia para que distribuya sus discos y Le Mans son emplazados a grabar un segundo disco que llevará título homónimo. Este aspecto podría tener un sentido más profundo del que parece, pues el grupo virará en este segundo trabajo hacia un hard rock melódico en la línea de exitosas producciones contemporáneas, y quizá Columbia y la banda quisieran remarcar, en pos de lograr una mejora en la popularidad de la banda, que esto era un nuevo y totalmente diferente comienzo.
La verdad es que Le Mans es un disco irreprochable en ese aspecto, las canciones compuestas en su mayoría por el cantante Peter Marrino suenan acorde a lo que a priori el público mainstream esperaba del rock por entonces. El disco suena melódico y festivo, con puntito macarra y guitarrero, tiene un par de baladas sensiblonas e interesantes (Never wanna see you cry y Misunderstanding) y buenas canciones como Love lies, Don´t wanna work, Love is a waste of time y Chain around your heart harán las delicias de los que gustan del rock comercial ochentas, con sus teclados, estribillos, guitarras en su punto justo de potencia y producción cristalina.
En definitiva todo en su sitio, todo correcto y bien ejecutado, si hasta un saxofón se cuela en un par de temas. Pero el problema de Le Mans es su falta de originalidad y probablemente la falta de un hit inapelable, aunque probablemente en su tiempo tuviera mucho más importancia el primer aspecto. Pasados los años podemos disfrutar con un disco por muy poca personalidad que tenga, porque ya hemos escuchado las grandes obras y dedicamos tiempo a completar y re-escuchar grupos y trabajos que tuvieron menos impacto en su momento y pasaron desapercibidos. A veces damos con obras que quizá merecieron mayor éxito, otras simplemente se trata de buenos álbumes que nos divierten o de los que guardamos buen recuerdo.
El segundo trabajo de Le Mans encaja mejor con el segundo ejemplo, aunque sus canciones tienen bien merecidas unas cuantas escuchas, y su halo de disco de culto.
La banda:
Brett Bloomfield- bajo
Derek Frigo- guitarra
Peter Marrino- voz
Kenny Stavropoulos- batería
Johnny Johnson rhythm- guitarra, teclado y coros
Las canciones:
1- Love Lies
2- Don't Wanna Work
3- Love Is a Waste of Time
4- Never Wanna See You Cry
5- Addicted
6- Chain Around Your Heart
7- Bad Reputation
8- Life of Rock N' Roll
9- Misunderstanding
10- Sex-Guitars-Rock N' Roll
El disco:
Año- 1986
Discográfica- Columbia
Duración- 36.03 minutos
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