Con el comienzo de los 90, aparece Backstreet Symphony, el celebrado debut de Thunder, que recuperaba las esencias británicas del género con las que nos habían deleitado Bad Company o los primeros Whitesnake un par de lustros atrás. Sólo dos años después, la banda capitaneada por Daid Bowes y Luke Morley lanza un doble vinilo, que a la postre se convertiría en su disco más exitoso y mejor valorado.
Laughing On Judgment Day mantenía ese espíritu por el que se colaban vientos melódicos, combinando con excelentes resultados temas hard rockeros de espíritu radiable, con medios tiempos y guitarras acústicas.
Un comienzo tan atípico como extraordinario con Does it feel like love, donde desde un riff acústico despliegan un potente hard rock de pegadizo estribillo, y ese hit de pegada inmediata que es Everybody wants her (ni sé las veces que he podido escuchar esta canción a lo largo de mi vida) sería algo por lo que muchas bandas venderían su alma. Pero es que hasta el final del disco con otra dupla de auténtico lujo conformada por el hard rock directo de Flawed to perfection y la superlativa y melódica Like a satellite, hay una alternancia entre canciones en las que la calidez acústica de tono melancólico se funde con la contundencia rockera, y otras en las que la tradición bluesy británica se cubre con un barniz comercial que los arrima a las bandas del otro lado del charco. Temas como Low life in high places, Empty city o Today the world stopped turning corresponderían al primer grupo. Mientras que Laughing on judgment day, Fire to ice, Feeding the flame, o la por momentos funky The moment of truth estarían en el otro lado.
Si a Laughing On Judgment Day no se le considera clásico poco le falta, aunque desde luego para mí es un disco muy especial en el que filias personales aparte, no hay nada que desechar entre sus catorce temas. La carrera del grupo ha continuado, con tan sólo una pequeña interrupción de dos años, hasta hoy, facturando discos muy recomendables como Behind Closed Doors, The Thrill Of It All, esa interesante puesta al día que fue Giving The Game Away, o discos del nuevo milenio como Shooting At The Sun o The Magnificient Seven.
La banda:
Gary James- batería, percusión y coros
Daniel Don Bowes- voz y coros
Mark Snake Luckhurst- bajo
Ben Matthews- órgano, guitarra, piano
Luke Morley- guitarra eléctrica y acústica, piano, coros
Las canciones:
1- Does It Feel Like Love?
2- Everybody Wants Her
3- Low Life in High Places
4- Laughing on Judgement Day
5- Empty City
6- Today the World Stopped Turning
7- Long Way from Home
8- Fire to Ice
9- Feeding the Flame
10- Better Man
11- Moment of Truth
12- Flawed to Perfection
13- Like a Satellite
14- Baby I'll Be Gone
El disco:
Año-1992
Discográfica- Geffen
Duración- 69:06 minutos
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