Tan sólo dos años después de su debut, el supergrupo Bad English lanzaba un segundo disco que los afianzó de manera definitiva en la lista de mejores bandas AOR. Aunque no tuvo una repercusión similar a nivel de ventas como el primero, principalmente porque la banda partió peras antes de ponerlo a la venta.
Contaba John Waite en una entrevista de Popular 1 que para Backlash apenas tuvieron tiempo para componer, y que todo fue una locura, no se llevaban bien con el productor, Jonathan Cain quería volver a Journey, y no descansaban apenas durante la grabación. Además parece que el cantante estaba disconforme con la imagen del grupo al estilo hair metal. Incluso se ha llegado a rumorear que Neal Schon quería hacer un disco rollo a The Black Crowes.
Toda esta situación se refleja en las canciones, firmadas en su mayoría por los componentes de la banda, pero donde sólo Waite participa en todas, por lo que seguramente fuese el más implicado con el proyecto.
A pesar de los problemas, con tanto talento concentrado en la composición (a la que hay que añadir a ilustres como Diane Warren, Russ Ballard, Jesse Harms y Mark Spiro) y la interpretación, y sumando la producción de Ron Nevison, uno de los gurús AOR más importantes del sonido AOR de la época, sólo podía salir una vez más un gran disco. Puede ser inferior al debut, ya que tiene un carácter muy continuista y exento de riesgo, pero aún así es una buena pieza del género.
Quizá brille más la primera mitad del álbum, que con temas cien por cien prototípicos del AOR tardochentero como So this is eden y Straight to your heart; el baladón semiacústico Time stood still; el poderío hard rockero de Dancing off the edge of the world; y el romanticismo empalagoso de The time alone with you, muestran a unos Bad English moviéndose con sobrada personalidad, carisma y solvencia entre la contundencia rockera y la comercialidad pop.
Pero no es que el resto de temas se queden muy lejos. Porque ese adictivísimo estribillo de Rebel say a prayer, el AOR portentoso de Pray for rain, o las reminiscencias Journey que escuchamos en Savage blue son canciones por las que la mayoría de grupos de rock melódico darían un brazo. Cierran el disco de manera notabílisima un medio tiempo intenso como Make love last, y una muy peliculera y marchosa Life at the top.
Antes de las mezclas del disco cada mochuelo se marchó a su olivo: Schon se llevó a Castronovo a su siguiente proyecto Hardline, y después ambos se reunieron con Cain en Journey. Waite retomó su carrera en solitario. Y Phillips continuó participando en bandas tan reconocidas como Styx, House Of Lords o Unruly Child.
Backlash llegó en el ocaso del hard rock, algo que unido a la disolución del grupo contribuyó a que pasara más desapercibido. Pero sería estúpido desestimar un álbum que no tiene ni un tema de relleno y en el que queda demostrado que un supergrupo de verdad, no va tanto de simplemente unir nombres como de crear algo especial a través de los talentos.
Otro imprescindible como el debut, y vaya mes de agosto que llevamos.
La banda:
John Waite- voz
Neal Schon- guitarra
Jonathan Cain- teclado
Ricky Phillips- bajo
Deen Castronovo- batería
Las canciones:
1- So This is Eden
2- Straight to Your Heart
3- Time Stood Still
4- The Time Alone With You
5- Dancing Off the Edge of the World
6- Rebel Say a Prayer
7- Savage Blue
8- Pray for Rain
9- Make Love Last
10- Life at the Top
El disco:
Año-1991
Discográfica- Epic
Duración- 48:24 minutos
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