Llegado el cambio de siglo, Pink Cream 69 ya llevaban más de una década de carrera, cinco discos de estudio y un forzado cambio de vocalista. Y quizás sea esta la razón por la que la banda se hizo más popular a mediados de los noventa. De hecho cuando adquirí Sonic Dynamite en plena resaca de la enésima crisis mundial, esta vez provocada por el llamado efecto 2000, el comentario más generalizado entre la escasa concurrencia rockera/metalera de mi circulo personal, era si este disco era con el "nuevo cantante". Por aclararnos tengo que decir que en la era pre-internet estas cosas adquirían un estatus de conocimiento musical casi solemne a pesar de ser un simple cotilleo. Pues el único misterio aquí, era que el vocalista original de Pink Cream 69, Andi Deris, fichó por una banda con más pedigrí y reconocimiento metalero como Helloween. Y además esto no era novedoso, pues ya había pasado un lustro del fichaje de Dennis Readman, acompañado del evitable coqueteo con sonidos más alternativos del disco Change.
Una vez puestos en situación, hay que decir que el sonido de la banda se movió desde sus inicios en un hard rock con tintes de metal melódico típicamente germano, que no cambió para el precedente y también magnífico Electrified de 1998, ni tampoco para este Sonic Dynamite. Aunque aquí ya se asemejaban mucho más a unos asentados Bonfire, o a unos primerizos Casanova que a una banda de heavy centroeuropeo. Vamos que capturaban ese hard rock melódico característico de bandas de comienzos de los noventa, le metían una pátina metalera y rizando el rizo, incluían un modernizado sonido que conseguía que sonasen tardo-ochenteros sin parecer desfasados.
Acompañadas de una gran producción, brillan canciones como Seas of madness o Sonic dynamite, ambas de energético cariz hardrockero. Mientras otras como Followed by the moon, Speed of light o Lost in illusions siguen una línea de melódicos y pegadizos estribillos. La porción más dulzona residía en dos medios tiempos, The spirit y Let the thunder reside, además de una balada al final de disco con reminiscencias épicas más cercanas al heavy metal.
Aún quedaban grandes discos por llegar como Endangered o Thunderdome, que junto a la discografía previa, representada por One Size Fits All y Electrified, constituyen una de las más interesantes carreras del hard rock europeo. Recomendado.
La banda:
Dennis Ward- bajo
Alfred Koffler- guitarra
Dennis Readman- voz
Kosta Zafiriou- batería
Las canciones:
1- Passage to hope
2- Seas of madness
3- Followed by the moon
4- Sonic dynamite
5- The spirit
6- Speed of light
7- Waiting for the dawn
8- Let the thunder reside
9- Lost in illusions
10- Face of an angel
11- Shattered prophecy
12- Spread your wings
El disco:
Año- 2000
Disccográfica- Massacre Records
Duración- 50:41 minutos
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